Biden conmutó 37 sentencias de muerte a cadena perpetua, excluyendo a algunos criminales notorios, reafirmando su oposición a la pena capital.
MADRID, 23 (EUROPA PRESS).- El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, concedió este lunes una conmutación de penas a la mayoría de los presos que se encontraban en estos momentos en el corredor de la muerte a la espera de su ejecución en prisiones federales, menos de un mes antes de la toma de posesión de su sucesor, el republicano Donald Trump.
"Hoy conmuto las sentencias de 37 de los 40 individuos que están en corredores de la muerte federales a penas de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional", dijo Biden, según un comunicado publicado por la Casa Blanca, en el que recalca que esta medida "es consistente con la moratoria impuesta por la Administración a las ejecuciones federales, al margen de los casos de terrorismo y asesinato masivo por motivos de odio".
"He dedicado mi carrera a reducir los crímenes violentos y garantizar un sistema de justicia justo y efectivo", sostuvo. "Que no haya errores. Condeno a estos asesinos, lloro por las víctimas de sus actos despreciables y sufro por todas las familias que han sufrido una pérdida inimaginable e irreparable", agregó el mandatario.
Sin embargo, argumentó que su experiencia le lleva a "estar más convencido que nunca" de que "debe detenerse el uso de la pena capital a nivel federal". "En buena conciencia, no puedo quedarme de brazos cruzados y dejar que una nueva Administración retome las ejecuciones que paré", zanjó.
BREAKING: After direct appeal from Pope just weeks ago, President Biden has commuted the sentences of 37 out of 40 inmates on federal death row; Biden and Pope are scheduled to meet in Rome Jan 10. The Pope has said the death penalty is “inadmissible” in all circumstances. pic.twitter.com/B8TiE7nBzT
— Rich Raho (@RichRaho) December 23, 2024
La medida de Biden excluye a Dzokhar Tsarnaev, uno de los responsables del atentado perpetrado en 2013 durante la maratón de Bostón; Dylan Roof, un supremacista blanco que asesinó en 2015 a nueve personas en una iglesia frecuentada por fieles afroamericanos en Charleston; y Robert Bowers, quien asesinó en 2018 a once personas en una sinagoga de Pittsburgh.
Tras ello, el director ejecutivo de la organización no gubernamental Amnistía Internacional para Estados Unidos, Paul O'Brien, aplaudió la decisión de Biden, que "elimina de una vez por todas la amenaza de su ejecución", antes de insistir en que "la pena de muerte es el castigo más cruel, inhumano y degradante". "La decisión de última hora de Biden antes de abandonar el cargo para conmutar estas penas de muerte es un gran momento para los Derechos Humanos", dijo.
O'Brien manifestó que la decisión supone también "un paso significativo" de cara a materializar la promesa realizada por Biden en 2020 sobre "poner fin a la pena de muerte a nivel federal e incentivar a los estados para que hicieran lo mismo". "No se han llevado a cabo ejecuciones a nivel federal durante la Presidencia de Biden", recordó.
En este sentido, recalcó que "es casi seguro que Trump reiniciará la máquina federal de matar donde la dejó". "Seguimos preocupados por los Derechos Humanos de los que siguen en el corredor de la muerte a nivel federal y militar", ha señalado, antes de incidir en que Trump fue, durante su primera mandato, "el primer Presidente en 17 años en aplicar sentencias federales de muerte, supervisando trece ejecuciones durante los últimos seis meses de su mandato".
"Los defensores de los Derechos Humanos han estado pidiendo a Biden que adopte medidas contra la pena de muerte y su decisión de conmutar estas 37 penas de muerte demuestran que estaba escuchando", recalcó. "Si bien se trata de una gran victoria para los Derechos Humanos y para los 37 hombres cuyas sentencias de muerte han sido conmutadas, la pena de muerte nunca es la respuesta", reiteró.
De esta forma, aseveró que es "decepcionante" que Biden "no haya conmutado todas las sentencias de quienes se encuentran en el corredor de la muerte a nivel federal y militar". "Instamos a Biden a que vaya más allá y conmute todas las sentencias de muerte existentes", recalcó O'Brien, quien ahondó en que "cerca de tres cuartas partes de los países del mundo han abolido la pena de muerte por Ley o en la práctica".
"La pena de muerte sigue siendo un castigo legal en 27 estados de Estados Unidos y un puñado de ellos continúa ejecutando a personas todos los años, lo que le da a Estados Unidos la posición de ser uno de los principales países del mundo en utilizar la pena de muerte. Ya es hora de poner fin a esta cruel práctica en todas partes de Estados Unidos y más allá", concluyó.